Salud y Bienestar

Alimentación Consciente e Intuitiva: Mejorando la Relación con la Comida y el Cuerpo

La práctica de la alimentación consciente e intuitiva puede transformar la forma en que percibimos la comida y nuestro cuerpo. Estas prácticas son especialmente beneficiosas para aquellos que han enfrentado trastornos alimentarios o sienten que la comida controla sus vidas. Son un enfoque respetuoso y saludable para reconectar con la comida y profundizar nuestra comprensión de la mente y el cuerpo.

 

La alimentación consciente implica prestar atención plena a lo que comemos, sin juzgarlo. Aunque suene simple, puede ser todo un desafío, especialmente para quienes no están acostumbrados a hacerlo. Esta práctica nos ayuda a identificar por qué sentimos hambre (ya sea por emociones, falta de comida, tradición, aburrimiento, horario, entre otros motivos).

 

Por otro lado, la alimentación intuitiva es un concepto más amplio que abarca la alimentación consciente y enfatiza la conexión entre la mente, el cuerpo y la comida. Este enfoque nos permite comer sin críticas y respetar nuestro cuerpo, independientemente de cómo nos sintamos con respecto a nuestra imagen corporal. Algunos principios clave de la alimentación intuitiva incluyen:

  • Comer por necesidad física, no emocional.
  • Confíar en las señales internas de hambre y saciedad para determinar cuándo, qué y cuánto comer.
  • Concederse permiso incondicional para comer.

 

Estas prácticas no se basan en dietas restrictivas, sino en confiar en nuestros instintos y escuchar las señales naturales de nuestro cuerpo. No se trata de seguir pautas estrictas sobre qué y cuánto comer en momentos específicos, sino de aprender a escuchar nuestro cuerpo y tomar decisiones alimentarias conscientes y libres de juicio.

 

Para dominar la alimentación consciente, se necesita tiempo y dedicación. Es importante comprometerse a practicarla lo más seguido posible y perdonarse cuando no se logre. Aceptar que a veces no tendremos el tiempo o la energía para comer con conciencia forma parte del proceso de adoptar esta práctica. Es fundamental confiar en nuestros instintos y en las decisiones alimentarias que tomamos. Puede llevar semanas, meses o incluso años convertir la alimentación consciente o intuitiva en una parte natural de nuestra vida. Por lo tanto, seamos pacientes y disfrutemos del proceso de fortalecer la conexión entre nuestra mente y nuestro cuerpo para mejorar nuestra relación con la comida.

 

Sugerencias para comer de manera consciente e intuitiva

 

  • Prepárese. Cocinar sus propios alimentos es la mejor manera de preparar a su cuerpo para comer con conciencia. Cuando cocina, las imágenes y los aromas activan la parte del cerebro que prepara al organismo para recibir los nutrientes. Si come en un restaurante, disfrute de los sonidos, los aromas y las imágenes del entorno mientras espera su comida.
  • Haga a un lado los dispositivos electrónicos. Dese espacio para una sola cosa: comer. Asegúrese de quitar todos los dispositivos electrónicos fuera de su vista y del espacio donde se alimenta.
  • Siéntese. Respire hondo, céntrese y dese permiso para comer todo lo que desee y disfrutar de la comida que tiene delante. Si lo desea, este es el momento de dar gracias, rezar o bendecir la mesa. Exprese gratitud por todas las personas que contribuyeron a cultivar y elaborar su comida, incluso usted mismo.
  • Adopte un ritual para la hora de la comida. Algunos ejemplos pueden ser poner la mesa o escuchar música relajante mientras come.
  • No hable. Dedique al menos parte de la comida a saborear sus alimentos en silencio.
  • Conéctese. Cuando coma solo, conéctese con su mente y su cuerpo. Registre cómo sabe la comida cuando la mastica despacio y la saborea. Preste atención a la reacción de su cuerpo. Cuando coma con familiares o amigos, conéctese con ellos por medio de la comida. Conversen sobre lo que están comiendo.
  • Perciba la comida con todos sus sentidos. ¿Qué aspecto tiene la comida? ¿Qué sonidos escucha? ¿Los alimentos crepitan? ¿Qué aroma tienen? ¿Percibe algún aroma que no sea el de la comida? ¿Cómo siente la comida en las manos o en la boca? ¿Cuál es su textura? ¿Qué sabor tiene la comida? ¿Es salada o dulce? Saboree cada bocado y mastique despacio. Trate de identificar ingredientes y sabores. Esta actividad puede ser de ayuda para cualquier persona que quiera sanar su relación con la comida. Puede ser una idea particularmente divertida para enseñarles a los niños a comprender y apreciar lo que comen.
  • Escuche a su cuerpo. Reconozca cuándo ya comió suficiente o cuándo quiere seguir comiendo. Respete esas señales internas y considérelas naturales y saludables. Una importante señal de que está lleno es que la comida se vuelve menos apetecible o ya no le parece tan sabrosa como cuando empezó a comer. Para quienes tienen trastornos de alimentación o diabetes o consumen mucha azúcar y alimentos procesados, percibir el hambre y la saciedad podría ser difícil. Si come de manera descontrolada, es posible que al principio tenga que limitar la cantidad de comida que pone en el plato. Esperar cinco minutos antes de repetir también puede ayudar al cuerpo a tomar más conciencia de las señales de hambre y saciedad.

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